Reseña en ABC de 'Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones'

El poeta y crítico literario Amador Palacios publica en el diario ABC una reseña de Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones, el nuevo libro de Ángel Guinda. Se puede leer en este enlace y a continuación:

Deslumbramiento de Ángel Guinda

Un poeta aragonés seducido por el entorno castellano-manchego

Ángel Guinda es un importante poeta del panorama nacional. Premio de las Letras Aragonesas, concedido por el gobierno de Aragón, más de una veintena de libros recogen su producción poética. También ensayista, antólogo y traductor. En Castilla-La Mancha ha desarrollado una asidua y notable participación, visitando en varias ocasiones las aulas regionales y siendo frecuente su participación en los encuentros anuales celebrados en Peralejos de las Truchas, organizados por su íntimo Manuel Martínez Forega, nacido en Molina de Aragón. Protagonista de la primera edición del festival conquense de Poesía para Náufragos. Del ámbito toledano, siempre se sintió fuertemente atraído por El Greco y la vivencia de los hermanos Bécquer en la ciudad. Ha intervenido en el Voix Vives septembrino (el festival se celebrará este año en un formato más reducido). Antes, ya había contactado con Maïthé Vallés- Bled directora del festival Voix de la Mediterranée, en Lodève.

El escritor, editor y biógrafo bequeriano Agustín Porras mantiene una gran ligazón con el poeta. Uno de los libros de Porras, Coplas a la vida de mi compadre, está ofrendado a esta intensa relación: «¡Qué generosa la apuesta / de este poeta valiente: / matar el miedo a la vida / y herir de vida a la muerte!» Y su análisis de la poética del zaragozano es cabal: «De la blasfemia a la oración, de la enajenación a una emocionada lucidez, Guinda viene ofreciéndonos el resultado de la más completa autopsia que pueda hacerse al complejo espíritu que a todos nos anima».

Ahora Ángel Guinda publica, en la acostumbrada editorial maña Olifante, el volumen que recoge dos colecciones poéticas: Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones. Según él mismo afirma, ya a sus 71 años, tal vez sea su último libro; de lo que no hay que hacer mucho caso. El primer título, más extenso, comprende poemas y el segundo composiciones mayormente en prosa o, más exactamente, en versículos. El conjunto aglutina los elementos de su discurso fundiéndose a lo largo de los años. El primero es el amor, excelsamente representado en la cita de Pound que abre el libro («Lo que bien amas es tu auténtica herencia»); o en esa canción sobre el amor que se conforma como una sabia paradoja en un preciso juego verbal: «El amor es invención. / Se inventa siempre lo amado / y lo amado nos inventa. / Sólo el dolor, en amor, / no es invención». Si para Guinda hay que «escribir como se vive», el capital lema de su poética, ya que, para él, la poesía ha de ser útil moralmente, y también estéticamente, y ha de servir para afianzar una digna existencia, también sus versos enérgicamente nos incitan, como dicen, a escribir como una sacudida y a escribir como fuego sobre agua. Surgen también en bucólicas descripciones convertidas en triste moraleja del presente, al constatar que estamos abandonados, «perdidos en la tierra y tan lejos del cielo». Gran aliento vital exhala el libro, equiparando los deseos con un veraz testamento poético. Así, tras cursar una fuerte interiorización, el poeta exclama: «Antes pisaba la tierra. / Ahora piso el firmamento».